¿Qué hacer con un gato poco inmune?

Herman Garcia 02-10-2023
Herman Garcia

Todos, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos encontrado con alguna duda respecto a la inmunidad, tanto de las personas como de los animales. Los gatos son animales muy fuertes y resistentes, pero la gato con baja inmunidad puedes acabar enfermando más a menudo.

Ver también: ¿Tu perro bebe agua y vomita? ¡Entiende lo que puede ser!

Algunas enfermedades no son fáciles de prevenir, por lo que, aunque el animal esté al día con sus vacunas, pueden perjudicar al salud felina Teniendo esto en cuenta, es importante que el minino tenga una buena inmunidad. Siga leyendo para obtener más información.

¿Qué es la inmunidad?

La inmunidad, o sistema inmunitario, es el encargado de evitar que el gato enferme o tenga infecciones, ya sean causadas por hongos, virus, bacterias o protozoos. Se trata de un sistema de defensa y protección inmediata frente a la entrada de estos agentes infecciosos en el organismo del animal.

El sistema inmunitario está compuesto por varias células, denominadas glóbulos blancos, que destruyen y eliminan de forma ejemplar estos agentes infecciosos. Si de algún modo este sistema de defensa es ineficaz, consideramos que el gato tiene baja inmunidad y corre el riesgo de contraer infecciones.

¿Cuáles son las causas de la baja inmunidad?

A baja inmunidad en gatos ocurre por factores ambientales, fisiológicos (del propio organismo) o por falta de una alimentación adecuada y de los cuidados necesarios para mantener al día la salud de la mascota. A continuación, enumeramos algunos de estos factores.

Estrés

Los gatos son animales sensibles a los cambios en su rutina y en su entorno. Si hay alguna causa de estrés en estos gatos, se libera la hormona del estrés (cortisol), que puede dejar al gato con baja inmunidad.

Alimentación inadecuada

Una dieta equilibrada es una fuente de vitaminas, proteínas y minerales necesarios para la salud general de la mascota. Si el gato no ingiere la cantidad necesaria de comida o ésta es de baja calidad, puede llegar a estar desnutrido y con la inmunidad baja.

A alimentación felina debe ofrecerse siempre en función de la edad del animal (cachorro, adulto o anciano), o de cualquier enfermedad concomitante. Las distintas etapas de la vida requieren nutrientes diferentes.

Verminosis

Los felinos, sobre todo los que viven en libertad, pueden entrar en contacto con agua, comida y heces contaminadas de otros animales, y acabar así con una verminosis que deja a los gatos con baja inmunidad.

Animales jóvenes

Los gatitos aún tienen su inmunidad comprometida porque sus células de defensa están madurando, por lo que no deben tener contacto con otros animales ni acceso a la calle hasta que completen el protocolo de vacunación.

Animales mayores

Con el paso del tiempo, los glóbulos blancos se vuelven menos activos y pierden su capacidad para destruir agentes infecciosos, por lo que el gato se vuelve más propenso a las enfermedades.

Embarazo

Las gatas preñadas también sufren con la bajada de inmunidad. Es una época que exige mucho de todo el organismo. Las reservas nutricionales se destinarán a la formación de los gatitos, lo que puede dejar a la gata debilitada.

FIV y FeVL

El virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) y el virus de la leucemia felina (VLF) son enfermedades víricas que provocan síntomas graves en los gatos de varias formas.

¿Cómo saber si el gato tiene baja inmunidad?

Un gato con baja inmunidad puede presentar síntomas inespecíficos o ser asintomático. Sin embargo, si nota a un gato más apático, con las mucosas pálidas y sin energía, puede indicar un problema. Los animales que enferman con frecuencia también pueden tener baja inmunidad.

Para detectar realmente un gato con baja inmunidad, es importante que sea examinado por un médico veterinario con el fin de evaluar su estado general. Mediante un sencillo análisis de sangre, el hemograma, es posible identificar la anemia y los cambios en las células de defensa.

Si efectivamente se ha diagnosticado baja inmunidad al minino, el veterinario identificará las posibles causas de esta afección e instaurará el tratamiento adecuado de las enfermedades concomitantes.

Medicamentos para reforzar la inmunidad

Algunos suplementos y vitaminas están indicados en determinadas fases de la vida, por ejemplo para cachorros, ancianos y gatas preñadas. Se trata de fases concretas de la vida del animal que deben ser supervisadas por el médico veterinario. No todos los animales en momentos críticos necesitarán estas intervenciones.

Aunque existe una gran variedad de productos en el mercado, cada uno está diseñado para un fin específico, y un medicamento mal utilizado puede traer más perjuicios que beneficios.

El uso de vitamina para gatos pueden ser necesarias en algunas situaciones, pero deben ser prescritas por un profesional, porque la hipervitaminosis (exceso de vitamina en el organismo) también es perjudicial.

Los prebióticos y los probióticos favorecen la salud intestinal y ayudan al intestino a absorber los nutrientes de la dieta con mayor eficacia.

¿Cómo evitar la baja inmunidad?

Debemos recordar que no siempre es necesario aumentar la inmunidad del gato Si el animal recibe una alimentación de calidad, está protegido contra los parásitos (garrapatas, pulgas y gusanos) y con el protocolo de vacunación al día, es muy probable que su inmunidad sea buena.

Otra herramienta importante que hay que conocer cómo aumentar la inmunidad del gato es evitar la obesidad y el estrés ofreciéndole un entorno enriquecido con juguetes, rascadores y otros objetos agradables.

Ver también: Conozca el procedimiento para limpiar el sarro de los cachorros

El gato con baja inmunidad puede enfermar más fácilmente, sin embargo, con cuidados básicos y buscando ayuda profesional siempre que sea necesario, la mascota estará muy sana. Si cree que su gato necesita un suplemento o vitaminas, cuente con nuestro equipo para orientarle.

Herman Garcia

Herman García es un veterinario con más de 20 años de experiencia en el campo. Se graduó con una licenciatura en medicina veterinaria de la Universidad de California, Davis. Después de graduarse, trabajó en varias clínicas veterinarias antes de comenzar su propia práctica en el sur de California. A Herman le apasiona ayudar a los animales y educar a los dueños de mascotas sobre el cuidado y la nutrición adecuados. También es un disertante frecuente sobre temas de salud animal en escuelas locales y eventos comunitarios. En su tiempo libre, a Herman le gusta hacer caminatas, acampar y pasar tiempo con su familia y sus mascotas. Está emocionado de compartir su conocimiento y experiencia con los lectores del blog del Centro Veterinario.