Depresión en animales: conozca sus signos y tratamientos

Herman Garcia 02-10-2023
Herman Garcia

Aunque es ampliamente conocido entre nosotros, los humanos, el trastorno depresivo también puede afectar a un perro o gato de compañía. A depresión en animales Sin embargo, sólo se percibe a través de un diagnóstico de exclusión.

A continuación, encontrará información importante sobre cómo diagnosticar, tratar y prevenir la depresión animal ¡Compruébelo!

Ver también: ¿Qué ocurre si se inflama la glándula adanal de los gatos? Esto es lo que hay que hacer

Cómo diagnosticar la depresión en los animales

Un perro con artritis, por ejemplo, estará más callado no porque no tenga interés en pasear, sino porque siente dolor. Del mismo modo, un gato con una enfermedad renal comerá menos no porque la comida no huela bien, sino porque siente náuseas.

Ver también: ¿Te has fijado en el gato ronco? Necesita ayuda.

Por lo tanto, antes de realizar un diagnóstico erróneo de depresión, la mascota debe someterse a una minuciosa investigación clínica y a pruebas. Sólo así se podrá descartar la posibilidad de que otras enfermedades causen síntomas similares.

La postración y la pérdida de apetito son algunos ejemplos, ya que son manifestaciones comunes de otros problemas de salud. Además, son más frecuentes que depresión en perros y gatos.

Sin embargo, si no encuentra nada, entonces sí, su mascota puede estar deprimida. Esto es especialmente cierto si ha sufrido algún cambio importante. Un nuevo hogar o la llegada de nuevos miembros a la familia, así como muertes y pérdidas, son posibles desencadenantes de síntomas de depresión.

Por lo tanto, cuando admitimos que un gato o el perro tiene depresión Hablamos de la aparición de unas manifestaciones clínicas, sin enfermedad física que las justifique.

Signos que pueden ayudar a identificar el problema

En las personas, la depresión tiene muchos subtipos, que en general no se desencadenan por cambios ambientales. Por regla general, los seres humanos que padecen la enfermedad informan de que los síntomas aparecen sin que haya ocurrido nada diferente. Al fin y al cabo, el problema en este caso se refiere mucho más a un estado mental.

En este sentido, el diagnóstico de la depresión en los animales se haría prácticamente imposible, entre otras cosas porque no sabemos exactamente lo que sienten. Por lo tanto, es importante estar alerta a algunos signos de cambio de comportamiento, tales como

  • Aislamiento;
  • Falta de energía para las actividades diarias;
  • Cambios en los hábitos alimentarios,
  • Cambios en el sueño.

Otra indicación común de la depresión en gatos Además, el paseo ya no estimula a la mascota, la comida no parece tan sabrosa, la llegada del dueño no le anima, etc.

Cómo ayudar a un perro o gato con depresión

La gran diferencia entre el comportamiento de los animales domésticos y el nuestro radica en la duración de ese estado y en la respuesta a intervenciones más sencillas. En raras ocasiones, los depresión canina o felino dura periodos muy largos.

De hecho, la mayoría de los animales se recuperan en pocos días y, como mucho, en meses. En este sentido, merece la pena prestar un poco más de atención y estímulos a la mascota, como pasearla y jugar más a menudo.

Una buena forma es identificar qué es lo que sigue animando al perro: pasear, montar en coche, jugar a la pelota, perseguir la luz... Haz esta actividad con él en periodos cortos y varias veces al día. Cuando el peludo muestre más entusiasmo, ¡haz una fiesta y ofrécele una recompensa que le guste!

Para los casos de depresión en animales que han perdido a otra mascota de la familia, adoptar un nuevo compañero puede ser una alternativa, pero hay que tener en cuenta que si no se llevan bien, la medida puede empeorar el cuadro depresivo.

Depresión en animales: detalles del tratamiento veterinario

Otra precaución importante es no exagerar en la atención del animal en los momentos de tristeza, así evitamos que entienda que se le está premiando por su comportamiento tranquilo.

Si pasa el tiempo y nada revierte la depresión, es el momento de volver al veterinario que diagnosticó la enfermedad. El especialista valorará si se trata de medicar al perro o de gatos con depresión .

Los antidepresivos y ansiolíticos son una alternativa, sobre todo para los animales que empiezan a engordar, presentan comportamientos estereotipados o muestran signos de ansiedad: destrozan la casa, se mutilan o aúllan.

Incluso las mascotas que sólo mejoran con medicación suelen tener mejor pronóstico que los humanos deprimidos. A diferencia de las personas, los perros y gatos pueden terminar su tratamiento farmacológico en 6 a 12 meses.

Al igual que en el caso de las personas, la depresión en los animales también es una afección grave que requiere seguimiento. Por lo tanto, si nota signos de la enfermedad en su perro o gato, asegúrese de llevarlo a una consulta. Un buen consejo es visitar el Centro Veterinario Seres más cercano y ¡ayude a su mascota!

Herman Garcia

Herman García es un veterinario con más de 20 años de experiencia en el campo. Se graduó con una licenciatura en medicina veterinaria de la Universidad de California, Davis. Después de graduarse, trabajó en varias clínicas veterinarias antes de comenzar su propia práctica en el sur de California. A Herman le apasiona ayudar a los animales y educar a los dueños de mascotas sobre el cuidado y la nutrición adecuados. También es un disertante frecuente sobre temas de salud animal en escuelas locales y eventos comunitarios. En su tiempo libre, a Herman le gusta hacer caminatas, acampar y pasar tiempo con su familia y sus mascotas. Está emocionado de compartir su conocimiento y experiencia con los lectores del blog del Centro Veterinario.