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Los gatos son animales que suelen ocultar sus síntomas cuando están enfermos o tienen dolor, pero un gato vomitando espuma es muy evidente para el tutor y debe ser motivo de una buena observación para saber qué le ocurre al gatito.
La gran duda que surge en la mente del guardián es si ese vómito es sólo un malestar pasajero o es una señal de alarma de alguna enfermedad "oculta" en la mascota. Por eso, es importante vigilar al minino para notar otros síntomas además de la espuma de vomitar del gato.
¿Qué son los vómitos?
El vómito, o emesis, se define como la salida por la boca de parte o de todo el contenido del estómago y del intestino primitivo, tras una serie de movimientos espasmódicos involuntarios.
Ver también: Cachorro sin apetito: ¿qué puede estar pasando?Se trata de un reflejo que se produce tras la estimulación del centro del vómito, situado en el tronco encefálico. Los estímulos proceden de diversas partes del cuerpo y llegan al centro del vómito por vía sanguínea (sustancias presentes en la sangre) o a través de las neuronas (dolor, estímulos químicos, entre otros).
Las alteraciones vestibulares también provocan vómitos al estimular el centro del vómito, es decir, las enfermedades que causan mareos también provocan ataques de emesis en el gato.
Causas más comunes del vómito espumoso
Al igual que cualquier otra mascota, el gato que vomita espuma puede presentar este síntoma por varias causas diferentes que son capaces de estimular el centro del vómito. Éstas son las más comunes:
Bolas de pelo o tricobezoar
Mucha gente cree que es normal que el gato vomite de vez en cuando, sobre todo las famosas "bolas de pelo" o tricobezoar. En realidad, los vómitos no son normales en ningún animal. El tutor debe ayudar a la mascota a no sufrir con estos vómitos cepillando al minino a diario.
Con el cepillado diario, disminuye la cantidad de pelo que ingiere el animal, así como la irritación que provocan en el estómago, minimizando este síntoma.
Otro factor importante en estos vómitos es ofrecer al peludo un alimento de calidad, que contenga ingredientes capaces de controlar los tricobezoares. Si aun así la mascota elimina las bolas de pelo en el vómito, es posible dar complementos alimenticios que hagan este control.
Gastritis
La gastritis es la inflamación estomacal Provoca dolor intenso, acidez, ardor, malestar, náuseas, falta de apetito, pérdida de peso y vómitos. Por lo tanto, un gato que vomita espuma puede tener gastritis.
Está causada por sustancias irritantes, cuerpos extraños, medicamentos (principalmente antiinflamatorios), ingestión de plantas que irritan la mucosa gástrica e ingestión de productos químicos, sobre todo productos de limpieza.
Otras enfermedades también causan gastritis felina como la enfermedad inflamatoria intestinal e incluso neoplasias estomacales.
Ver también: Prolapso rectal en gatos: qué es, causas, síntomas y tratamientoParásitos intestinales
Los parásitos intestinales, a pesar de parasitar el intestino, acaban afectando a todo el tracto gastrointestinal y provocan en el gato vómitos espumosos, generalmente blanquecinos, con diarrea, apatía y pérdida de peso. Es más frecuente en gatitos, pero también puede darse en adultos.
Esos parásitos internos puede causar un síntoma denominado "apetito depravado" por los veterinarios, que es cuando el gato puede empezar a comer cosas extrañas, como madera, en un intento de obtener los nutrientes que le faltan.
Enfermedad inflamatoria intestinal
La enfermedad inflamatoria intestinal felina es una enfermedad cuyo nombre lo explica: se trata de una inflamación del intestino delgado y/o grueso del gato. gato vomitando espuma blanca puede tener diarrea, pérdida de peso y aumento o disminución del apetito.
Como el páncreas se encuentra en la porción inicial del tubo digestivo, también puede verse afectado, junto con el hígado, y dejar el gato vomitando espuma amarilla Es un problema muy similar al linfoma intestinal, como veremos dentro de un momento.
Afecta a gatos de todas las edades, pero principalmente de mediana a avanzada edad, con una media de 10 años. No tiene predilección sexual ni racial y parece tener una causa inmunomediada, considerándose una enfermedad crónica, que no tiene cura, pero sí tratamiento y control. Su diagnóstico es de suma importancia, ya que la inflamación puede evolucionar a un linfoma intestinal.
Linfoma intestinal
El linfoma intestinal o alimentario es una neoplasia cuyo diagnóstico está aumentando en los gatos. Provoca vómitos, diarrea, pérdida de peso progresiva, falta de apetito y letargo.
Afecta a animales de todas las edades, principalmente de mediana a avanzada edad. Puede afectar a animales jóvenes, principalmente con enfermedades concomitantes y primarias como la FELV (leucemia felina). No tiene predilección sexual ni racial. Debe diferenciarse de la enfermedad inflamatoria intestinal para su correcto tratamiento.
Pancreatitis
La pancreatitis es una inflamación del páncreas. Puede ser aguda o crónica y provoca vómitos, dolor, letargo y pérdida de peso. Está causada por la activación de las enzimas digestivas pancreáticas cuando aún están dentro del órgano, dañándolo.
Aún se desconoce qué provoca esta activación, pero la enfermedad inflamatoria intestinal es su principal causa subyacente, además de la parasitosis e incluso las reacciones a medicamentos.
La principal secuela de la pancreatitis es la incapacidad del páncreas para producir enzimas digestivas y/o insulina, caracterizando así la insuficiencia pancreática exocrina y la diabetes mellitus, respectivamente.
Dado que la lista es tan larga, es sumamente importante que la causa de los vómitos del gato esté bien identificada para no seguir administrando antieméticos y retrasar el tratamiento correcto del gato.
Por lo tanto, busque ayuda veterinaria para la espuma que vomita el gato y ayude al minino a mejorar. En el Hospital Veterinario Seres encontrará los exámenes más modernos y los profesionales más cualificados, ¡venga a conocernos!